Un nuevo capítulo acaba de escribirse en la creciente enemistad entre J.K. Rowling, autora de la saga de libros Harry Potter, quien está actualmente supervisando la nueva adaptación a formato serie, y Daniel Radcliffe y Emma Watson, dos de los principales protagonistas de la adaptación cinematográfica de las novelas de la autora británica. ¿El motivo? El mismo que en 2020: la identidad de género en menores y los tratamientos ofrecidos a personas transgénero en determinadas clínicas.Y es que Rowling es vista tanto como una persona tránsfoba por los defensores más a ultranza de los derechos trans, como una activista preocupada legítimamente sobre cuestiones de género y los derechos de la mujer, dependiendo de a quién le preguntes. Ahora, además, ha aprovechado un nuevo estudio realizado en Reino Unido, denominado Informe Cass realizado por la pediatra Hilary Cass, para reafirmar su posición.Las claves del informeEl pasado 10 de abril se hicieron públicos los resultados del informe encargado por el Servicio Nacional de Salud británico, destacando las siguientes conclusiones:Aumento de casos: El informe destacó un incremento significativo en el número de derivaciones al Servicio de Identidad y Desarrollo de Género (GIDS por sus siglas en inglés). La demanda ha crecido desde 210 derivaciones en 2011 y 2012 a 3 585 en el último año.Cambio de perfil: Tradicionalmente, los demandantes eran predominantemente varones al nacimiento que manifestaban incongruencia de género a una edad temprana. En la actualidad, se trata de mujeres al momento de nacimiento que presentan la incongruencia en los primeros años …