En 1999 se produjo la primera muerte en un ensayo de una terapia génica. Sus consecuencias marcaron en gran medida las líneas rojas de la ingeniería genética en humanos, que solo traspasan casos extremos como los bebés modificados con la técnica CRISPR en China.
La noche del 17 de septiembre de 1999, Jesse Gelsinger, un joven norteamericano de 18… Seguir leyendo...