JBL no es ningún recién llegado. Hasta ahora la mayoría de sus esfuerzos se han mantenido dentro del mundo de los altavoces, terreno que llevan conquistando décadas. De hecho, muchos conciertos míticos del siglo pasado tuvieron como protagonistas sistemas de PA firmados por la marca alemana. Hoy en día, aparte de seguir fabricando altavoces, están ganando mucha presencia en el mundo de los auriculares Bluetooth, donde encontramos los fantásticos JBL Tour Pro 2, o los no menos muenos JBL Quantum TWS Air, creados con el público gamer en mente.No obstante, los esfuerzos de JBL se están expandiendo hacia otros horizontes. Esto resulta muy interesante por varios motivos. El más obvio no es otro que, ahora que parece que están consiguiendo abrirse hueco con el público gamer, se centren en presentar productos que puedan orientarse hacia ese nicho de mercado.El segundo, que con una historia de ingeniería tan buena sería una locura no hacerlo: tienen el know-how para abrirse hacia donde quieran, sólo es cuestión de investigarlo y moverse en esa dirección. El tercero, que ahora son parte del grupo HARMAN, lo que les asegura que tienen un paraguas y un apoyo económico ideales para embarcarse en otras aventuras.Y teniendo en cuenta que otra de las empresas bajo ese paraguas es AKG y que estos tienen una historia más que interesante dentro del audio (especialmente en el profesional, donde los micrófonos a válvulas AKG C12 tienen estatus de mítico y los de condensador C214 y C414 se utilizan a diario), se …