Publicado por: El Espectador
Publicado en: 11/11/2016 22:41
En otras palabras, es una herramienta. Una compleja, capaz de encarnar una cierta moral, ser vehículo para una ideología, como no lo podría hacer un taladro o una retroexcavadora, pero como sí lo hace la escritura, otro tipo de tecnología.En la moral y la ideología detrás de internet abundan frases como democratización del acceso a la información. Mirando en el espejo retrovisor, esta suerte de declaración de principios resulta apenas un producto natural de cómo nació la red: un proyecto financiado por los militares de EE. UU. para poder seguir comunicándose después de un eventual ataque nuclear soviético que se llevaría por delante las antenas de radio, los cables de teléfono y así. La investigación fue desarrollada por académicos y sus primeros usos fueron justamente compartir información y conocimiento entre una élite intelectual.“Que uno asocie palabras como democratización y acceso a la misma naturaleza de internet es algo pensado por quienes la crearon”, dice Richard Tamayo, investigador de la Universidad del Rosario. “Pero eso no significa que eso sea lo único que la red puede ser. Esa es una visión particular de las cosas. Nada más”.Tamayo da en un punto que resulta clave. Los fundadores de internet, gente como Vinton Cerf o Tim Berners-Lee, son señores venerables que a la larga terminaron regalando una tecnología que bien podría haberlos hecho millonarios (aunque los dos están lejos de morirse de hambre hoy) y lo hicieron así por el solo hecho de hacerlo, de contribuir. Al menos esa es parte de la …