*Por Nicolás Goldstein, presidente ejecutivo de Accenture Chile
Las empresas gastan miles de millones en innovación todos los años y la mayoría no alcanza el crecimiento esperado, debido a que no hay una conexión con los objetivos de negocio. Además, las organizaciones suelen ver a la innovación como una herramienta para hacer cosas nuevas o diferentes, en lugar de un impulsor de crecimiento. Al observar la lista Fortune 500, podemos notar un grupo de empresas que operan de una forma diferente y logran crecer a un ritmo exponencialmente mayor que la competencia, debido a que no tienen temor al cambio.
Hay dos grandes retos en el impulso del crecimiento a través de la innovación. El primero es estructural. Cuando las empresas se organizan en base a una estructura tradicional para responder a las necesidades del cliente, sus productos y servicios reflejan las necesidades de la empresa, no las del cliente. El segundo reto se basa en la tolerancia al riesgo y en perder el miedo al cambio. Hoy los límites entre las industrias están desapareciendo y las organizaciones deben avanzar hacia nuevos modelos de negocio que les permitan ir más allá de lo que siempre han hecho, para encontrar nuevas oportunidades de crecimiento.
En este contexto, el mundo está ávido de un nuevo tipo de liderazgo. En medio de los desafíos que dejó la pandemia, dos verdades se hicieron evidentes. Primero, que hoy, todo negocio es tecnológico. Ha nacido una nueva era de transformación exponencial, mientras la tecnología continuamente transforma las industrias …