John Cena, Dwayne "The Rock" Johnson y Dave Bautista son el ejemplo perfecto de estrellas de la lucha libre que lograron sobresalir en la pantalla grande. Pero antes de su llegada, alguien logró esta misma hazaña en los 90: Hulk Hogan.

Si bien el trío mencionado ha participado en éxitos de taquilla y franquicias sobresalientes, en el caso de Hogan no se puede decir lo mismo. En 1989 participó en No Hold Barred, película en la que interpreta, precisamente, a un luchador y para 1991 formó parte de una mal lograda comedia: Suburban Commando.

Dirigida por Burt Kennedy y producida por New Line Cinema, la cinta aspiró a ser un éxito de taquilla familiar bajo su mezcla de ciencia ficción con comedia física. Al final, terminó por convertirse en esos proyectos que se recuerdan más por su elenco improbable que por la calidad de su argumento.

Además, debido al género de la misma, se buscó a una estrella consagrada y con experiencia en el rubro: Arnold Schwarzenegger. Con Terminator y Depredador como respaldo el estudio le ofreció el papel, el cual rechazó en cuanto se le presentó el guion.

Fue así que Hogan, en compañía de Christopher Lloyd y Shelley Duvall en el reparto, se sumaron a la historia de Shep Ramsey, un héroe intergaláctico quien pierde el rumbo y aterriza accidentalmente en Reseda, California. Decidido a ocultar su verdadera identidad, se hace pasar …