Honda está en una encrucijada histórica. Por primera vez en décadas, el fabricante japonés considera una reconfiguración profunda de su estrategia industrial en Norteamérica. La razón: Donald Trump, presidente de Estados Unidos y el impacto directo de sus aranceles contra todos los autos importados, incluso aquellos producidos en países que forman parte del T-MEC.
De acuerdo con Nikkei Asia, Honda ya trabaja en un plan para trasladar parte de su producción desde México y Canadá hacia plantas en Estados Unidos. El movimiento busca proteger sus ventas en el mercado estadounidense, donde cada año coloca 1.4 millones de vehículos, el 40% de su volumen global. Actualmente, un millón de esas unidades se ensamblan en territorio estadounidense. Pero unas 500,000 siguen llegando desde fuera, especialmente de Canadá y México.
Honda quiere que el 90% de los autos que vende en EE. UU. se produzcan localmente. Para eso, tendría que aumentar su producción doméstica en un 30% en un plazo de dos o tres años. La marca ya estudia cambiar sus esquemas de trabajo para lograrlo: más contrataciones, tres turnos diarios y producción extendida durante fines de semana.
El golpe para México sería severo. Actualmente, el SUV HR-V se fabrica en el país, pero Honda ya contempla mudarlo a Estados Unidos. El cambio implicaría inversiones nuevas, porque ese modelo nunca se ha producido allá. En el caso de Canadá, modelos clave como el Civic y el CR-V también serían trasladados. Ambos ya se ensamblan en …