Cada vez que la tecnología avanza, también lo hace el poder de destrucción de la humanidad. En el siglo XX esto se evidenció de la manera más funesta posible.
El Proyecto Manhattan fue un ambicioso esfuerzo en el que Estados Unidos puso todos sus recursos a disposición de un grupo de científicos brillantes de alrededor del mundo, con el objetivo de construir la primera bomba atómica antes que los nazis.
La meta se cumplió y los frutos de dicho proyecto constituyeron la base del poderío militar estadounidense hasta nuestros días. Sin embargo, este logro también motivó a sus enemigos a construir sus propias bombas, lo que luego daría lugar a la guerra fría, en la cual el mundo estuvo a punto de acabar en múltiples ocasiones.
La década de los sesentas fue una época marcada por el miedo. Las dos mayores super-potencias del mundo se amenazaban constantemente con la destrucción total, acción que ocasionaría el final de la humanidad en general.
La única vez en que el mundo pudo observar el daño que producen estas bombas apocalípticas fue en mil novecientos cuarenta y cinco, cuando Estados Unidos detonó dos bombas atómicas en dos ciudades japonesas. Con un flash gigantesco de explosión radioactiva, ciento cincuenta mil vidas se extinguieron en Hiroshima y luego setenta y cinco mil más en Nagasaki.
Hiroshima.
Hiroshima
Hiroshima
Hiroshima
La segunda opción del presidente Truman era la "Operación Downfall". Consistía en invadir masivamente Japón, algo tan peligroso como letal para ambas facciones. Se estima que dicha operación hubiera causado millones de muertes a cada lado. …