No importa cuánta fama tengas: si lo quieres, lo ruegas. Como ocurrió con el humilde y fornido Henry Cavill que recientemente admitió sin pena alguna que tuvo que suplicar (un poco) para que los productores de la serie The Witcher lo consideraran para una audición. Y no hay duda que en Cavill, no cave el ego.

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Henry Cavill ahora mismo está debutando en el servicio de Netflix como el cazador de monstruos Geralt de Rivia en The Witcher, la serie basada en las novelas homónimas de Andrzej Sapkowski publicadas hace más de 30 años, y que se espera que rellene el enorme hueco que dejó Game of Thrones. Pero si bien Cavill puede que estos momentos se encuentre muy, muy feliz por su participación en este ambicioso programa, cuando se enteró que su querido videojuego de The Witcher sería adaptado a una serie de televisión pues, bueno, hizo lo que cualquier actor novato haría: insistir e insistir hasta el cansancio.
"Llamé a mis agentes y les dije: 'Bien, al menos quiero entrar a la habitación lo antes posible y ver si puedo conseguir esto.Es muy, muy importante para mí", contó Cavill durante una conferencia de prensa, de acuerdo con News.com.
Entonces comenzó a molestar cada dos días a sus agentes con llamadas telefónicas para preguntar si Netflix al fin había respondido a sus súplicas, hasta que un buen día habló con la showrunner …