Lo llevaba viendo varios meses en TikTok, en Instagram... y ahora ya directamente lo podéis ver en la imagen de cabecera, porque me he comprado unos cuantos. Durante los últimos meses se ha hecho relativamente popular un producto sencillo: un dos en uno que junta gamuza y spray. Por dentro, el líquido limpiador. Por fuera, un paño. Muy simple, pero alguien tuvo la idea.
Las ventajas de base no son pocas: si la gamuza se moja, se puede lavar. Es resistente, suave y limpia mejor que nada de lo que he tenido por casa. Y si se gasta la solución de limpieza, se puede recargar y rellenar sin problema. Los hay de todos los colores y es superpráctico —porque cabe en un bolso de mano o en el neceser de viaje—. Y la historia detrás del producto también es curiosa.
La historia detrás de esta idea
La verdad es que el día que lo compré no me imaginaba que detrás del producto había años y años de iteración, de patentes y de pruebas. El producto original que dio lugar a toda esta moda se llama AM. Así de sencillo. Y presumen de haber creado el limpiador de pantallas más elegante y seguro del mercado.
Lo irónico es que detrás de este producto hay una empresa danesa con más de 50 años de experiencia en cuidado de vinilos. De hecho, ellos están especializados en cepillos de terciopelo antiestática, alfombras, limpiadores de ventanas, cepillos para agujas …