Muchas de las aplicaciones más populares —las de hoteles, compra de billetes de avión y bancos— están grabando sin parar todos los movimientos que haces. Todos los clics y todos los datos. Luego, los envían a un servidor externo para analizarlos. Y lo hacen todo sin tu permiso y sin que lo sepas. Y el culpable tiene nombre, publica TechCrunch.