En CDMX las normas sobre la ubicación de niños en los vehículos están diseñadas para garantizar su seguridad. Según el Reglamento de Tránsito en su artículo 39, los menores de 12 años, o aquellos que midan menos de 1.45 metros, deben viajar en la parte trasera del auto.
Sin embargo, hay excepciones y requisitos específicos que los conductores deben cumplir. Temas de gran importancia, ya que según información de la Secretaría de Gobernación, los accidentes de tránsito ocupan una de las principales causas de muerte en niñas y niños de uno a cuatro años de edad.
Como decíamos, la regla principal establece que los niños menores de 12 años, o que no alcancen los 1.45 metros de altura, deben ocupar uno de los asientos traseros del vehículo, preferiblemente en la fila detrás de los asientos del conductor y del copiloto.
Estos asientos deben estar equipados con cinturones de seguridad de tres puntos. Además, los menores deben viajar en un sistema de retención infantil o en un asiento elevador aprobado, que cumpla con las certificaciones y estándares establecidos por el reglamento.
En situaciones donde el auto no disponga de asientos traseros, como en el caso de un vehículo convertible o deportivo, los niños pueden viajar en el asiento delantero, siempre que tenga suficiente espacio para instalar adecuadamente un sistema de retención infantil que se ajuste al peso y talla del niño. Estas son algunas opciones que recomienda Consumer Reports.
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