Una de las más grandes polémicas que siempre han rodeado a los videojuegos tiene que ver con la forma en la que expresan violencia. Conforme el medio se ha ido sofisticando, los momentos crudos no aptos para menores, se han encrudecido de una manera bastante considerable. En mi opinión, toda obra que busca expresar y representar algo, debe de intentar hacerlo de la manera más pura y tangible posible, esto sin importar el tema que esté tratando. Precisamente, Mafia III hace lo anterior de una manera que pocas veces vemos, presentando de una manera brutal una historia de crimen que simplemente no podría pintar mejor.