Al ser el género más exitoso comercialmente hablando de la última década, los FPS normalmente reciben una buena cantidad de odio, muchas veces completamente sin fundamentos que obviamente poco importa cuando uno revisa las ventas de este tipo de juegos. En 2007, el género se encontraba en un estancamiento bastante marcado por la falta de conceptos frescos, lo cual, cambió de manera radical cuando prácticamente de la nada, Infinity Ward vino a cambiarlo todo con el más que maravilloso Call of Duty 4: Modern Warfare.