Xbox como marca vive momentos complicados. Luego de haber encontrado buen puerto en la generación pasadas de consolas, desde el estreno del Xbox One, ha sufrido muchísimo por hacerse de una identidad y personalidad que le permita competir de tú a tú con un PlayStation que en estos momentos, le lleva más que ganada la carrera. Juegos: la clave para que cualquier hardware dedicado al gaming se posicione en un violento mercado que cada vez se ve más amenazado por factores externos y nuevos modelos de negocio. Justamente eso es lo que Microsoft no ha encontrado para hacer que su indudablemente buen producto, pueda tener mejor suerte. 2018 se termina y la última carta de importancia considerable de la compañía, es un título llamado Forza Horizon 4, el cual, pudimos probar recientemente de manera anticipada.