El desgaste de Call of Duty como franquicia es algo completamente natural. Llevar tantos años lanzando un juego de manera anual iba a tener algún tipo de efecto tarde o temprano. La realidad es que desde hace unos años, los estudios de Activision no han sabido cómo sobreponerse a este enorme reto y en sus últimas entregas, hemos visto propuestas poco frescas que se quedaron muy lejos de los tiempos de gloria de esta serie de FPS. Hablando de momentos dorados, es importante recalcar la importancia que Call of Duty 4: Modern Warfare tuvo en su momento y justamente apelando a este hito dentro del gaming, el publisher, junto con Infinity Ward, decidieron regresar a esas raíces que los colocaron en una posición sumamente privilegiada. Claro que este nuevo Modern Warfare es una completa incógnita, sobre todo por lo que será su campaña para un jugador y, para intentar despejarla un poco, tuvimos la oportunidad de ponerle las manos encima.