La fábrica del gigante chino de vehículos eléctricos BYD en Brasil, que prometía ser un emblema de la creciente influencia económica de China en América Latina, ha quedado en el centro de un escándalo laboral tras descubrirse condiciones similares a la esclavitud para cientos de trabajadores chinos. Las autoridades brasileñas suspendieron la construcción del proyecto mientras continúan las investigaciones.
El 23 de diciembre de 2024, el Ministerio Público del Trabajo (MPT) de Brasil rescató a 163 trabajadores chinos que laboraban en condiciones calificadas como "degradantes" en el sitio de construcción de BYD en Camaçari, estado de Bahía. Según Reuters, estos empleados fueron traídos al país con visas irregulares por la contratista china Jinjiang, lo que las autoridades describieron como un caso de trata internacional de personas.
Los trabajadores vivían en condiciones insalubres: camas sin colchones, alimentos sin refrigerar y un baño para 31 empleados. Además, se les retuvieron los pasaportes y el 60% de sus salarios, lo que limitaba severamente su autonomía. Según DW, aquellos que deseaban renunciar eran obligados a cubrir los costos de su viaje de regreso a China, una práctica que reforzaba su dependencia hacia la empresa.
Brasil toma medidas: suspensión de visas temporales y multas a BYD
Ante la gravedad del caso, el gobierno brasileño suspendió la emisión de visas temporales para BYD y sus filiales. La compañía también enfrenta multas económicas cuyo monto aún no se ha precisado. Según CNBC, los 163 trabajadores rescatados recibieron indemnizaciones y …