Un análisis exhaustivo de miles de textos neoasirios, datados entre los siglos X y VII a.C., ha revelado que nuestros antepasados experimentaban las emociones de forma radicalmente distinta a la actual. Mientras que hoy asociamos la ira con la cabeza o el pecho, los antiguos habitantes de Mesopotamia la localizaban en los muslos, y el amor y la felicidad en el hígado.Un equipo internacional dirigido por el neurocientífico Juha Lahnakoski del Centro de Investigación Jülich ha realizado un revolucionario descubrimiento que han publicado en un estudio y que demuestra que, efectivamente, la forma de sentir las emociones ha cambiado drásticamente a lo largo de milenios de evolución humana.El mapa emocional del cuerpo humano ha evolucionado radicalmente durante mileniosPulsa aquí para ver la galería de imágenes completaLa investigación ha permitido crear un mapa detallado de 18 emociones diferentes y su localización en el cuerpo humano según los antiguos mesopotamios. La distribución corporal de los sentimientos muestra que el sufrimiento se manifestaba en las axilas, mientras que la excitación sexual se percibía en los tobillos, una ubicación que hoy nos resulta muy difícil de entender.Esta revelación sobre nuestro pasado emocional nos ayuda a entender mejor cómo la cultura influye en nuestra forma de experimentar los sentimientos. Los últimos estudios sobre cómo los móviles afectan a nuestras emociones demuestran que la tecnología está transformando nuestra manera de procesar y expresar lo que sentimos, de forma similar a como la cultura modificaba la experiencia emocional en la antigüedad.A pesar de las enormes diferencias encontradas, …