Los mundos de la tipografía son una auténtica madriguera de conejo en la que cuanto más investigas más recovecos descubres. Por eso es imposible leerse este antiguo artículo de Emma Davis titulado La Historia de Arial: sin aprender algo nuevo sobre tipografía.
El hecho cierto es que Arial fue posterior y Helvética la «original», aunque el artículo se remonta a la famosa Johnston Sans, diseñada en 1916 por Edward Johnston para como tipografía del metro de Londres y que todavía hoy en día se utiliza en toda la señalética. Pero incluso antes de eso la primera tipografía «de palo» se considera que es la Caslon Egyptian, creada en 1816 por William Caslon IV.
La popular Helvética data de 1957 y fue creada por Max Miedinger y Eduard Hoffmann en Suiza, y su nombre original fue distinto, porque se consideraba una ampliación de la Akzidenz-Grotesk, aunque luego Linotype la renombró como Helvética que sonaba mucho más internacional. Se considera una de las más neutras, legibles y versátiles, y quizá por eso tanto ella como la Johnston Sans han llegado hasta nuestros días.
Arial en cambio fue creada en 1982 por Robin Nicholas y Patricia Saunders para Monotype. Fue diseñada porque IBM necesitaba una fuente como la Helvética para sus impresoras láser IBM 3800-3, pero sin tener que pagar derechos de licencia. Así que las proporciones se mantuvieron pero los trazos y formas de las letras se variaron ligeramente. Son tan similares que hasta se han creado irónicos juegos para ver quién …