GoPro y Fitbit atraviesan turbulencias en un mercado que les está empezando a dejar atrás. La competencia empieza a estrechar el mercado por los costados, y se ven incapaces de innovar más allá de su producto principal.
GoPro es sinónimo de cámara de acción, un término de nuevo cuño que se ha creado de forma específica para y por la aparición de estas cámaras. FitBit por su parte es el regalo idóneo en muchos países occidentales: te propone vigilar tus hábitos, y es una promesa a hacer más ejercicio, ¿quién se puede resistir a la promesa de tener una vida más saludable?
Pero los accionistas que arroparon a FitBit y GoPro desaparecen dejando atrás un rastro de pesimismo sobre el futuro de ambas compañías.Las cámaras de GoPro son asediadas por clones genéricos asiáticos a mitad de precio, a buenas novedades por parte de los gigantes de la tecnología de consumo como LG, Samsung, Sony y Xiaomi, así como rivales tradicionales de la cámara como Polaroid. Al contrario que GoPro, sus rivales de prestigio han podido combinar las cámaras de acción con sus propios smartphones, dando un producto más integrado. Con diferencias mínimas en la calidad del vídeo grabado, y las lentes, queda todo relegado al precio y la imagen de marca.
Un punto de salida, del que los accionistas no están muy seguros, es a través del mercado de grabación esférica con múltiples cámaras, así como mantener y apuntalar más relaciones con los fabricantes de drones.
Solo el tiempo dirá, pero imaginad …