La reciente proliferación de estafas mediante SMS ha encendido las alarmas, pero, cuando centramos nuestra atención en ellas, descubrimos que hay muchas más amenazas en esta categoría que el 'smishing' y que el tradicional 'SMS spoofing'. Ahora, los estafadores están recurriendo a métodos más sofisticados, como el uso de los dispositivos conocidos como stingrays.
Este es el nombre que reciben las 'estaciones base' falsas capaces de obligar a los móviles a conectarse a redes 2G, lo que los expone a vulnerabilidades graves: dichas redes son una tecnología obsoleta que carecen de funciones de autenticación mutua y encriptación.
La GSMA (Asociación del Sistema Global de Comunicaciones Móviles) ha emitido un informe señalando los peligros asociados con el uso de redes 2G por ser un blanco fácil para los estafadores, que utilizan stingrays para obligar a los teléfonos a conectarse a ellas y así poder enviar SMS fraudulentos directamente, sin ser detectados por los filtros de spam de los operadores.
Ejemplo de 'stingray'
Cómo funciona la estafa: Los Stingrays simulan ser una red LTE o 5G, pero en realidad obligan al dispositivo a conectarse a una red 2G. Una vez conectado, los estafadores pueden enviar mensajes falsos que parecen proceder de fuentes legítimas. Estos mensajes pueden incluir enlaces maliciosos o intentar engañar al usuario para que revele información sensible.
¿Por qué está de moda esta estafa? Una de las razones por las cuales este timo está en auge es la facilidad con la que …