Dos años tardaba Android Pay en llegar a España y, apenas seis meses después, ya ha «mutado» en Google Pay. La aplicación, que permitía hacer pagos a través de tarjetas bancarias previamente guardadas en una herramienta instalada en el móvil, planea extenderse a todas las plataformas de Google, desde la cuenta en el navegador Chrome al Google Assistant, así como ampliar este modelo «en webs, apps y tiendas físicas de todo el mundo», afirman desde la compañía.
De momento, se trata de un primer contacto con este sistema de pago reunificado, que funciona solo con acercar tu smartphone a un datáfono con la tecnología «contactless», sin necesidad de sacar tarjetas o de introducir un código. Google no es la única compañía que ha visto el filón de esta herramienta, y compañías como Samsung o Apple también han incorporado esta función en sus dispositivos o sus tiendas virtuales.
La ventaja es que no solo se limita a los establecimientos físicos, que poco a poco se van «rindiendo» a las nuevas tecnologías. También facilita el pago en aplicaciones (ya sean de Google o no) que tienen esta modalidad integrada. Y todo ello bajo la premisa de la seguridad: los datos bancarios se codifican, y ni siquiera el dependiente tiene acceso al número de cuenta. En el mismo momento del pago, llega toda la información a tu móvil, para tener control sobre las operaciones.
Pagos desde la nevera y el fin del abono
Todo esto ya era posible a través …