Google lanzó en 2013, una función llamada “usuarios supervisados”, que puede utilizarse como control parental, dando a los padres una herramienta simple para supervisar la navegación de sus hijos. Brinda un conjunto de opciones que facilita, por ejemplo, bloquear o permitir determinados sitios web, ver el historial de las páginas que ha visitado, entre otras posibilidades. Una dinámica simple,