Unos 4.000 años antes de Cristo se lía parda en el paraíso cuando Adán y Eva comen la fruta prohibida. Enfadadísimo con ellos Dios los expulsa. Junto con ellos llegan a la Tierra Azirafel, el ángel guardián de la puerta del este del jardín del Edén, y Crawley, el demonio que convenció a Adán y Eva de que probaran la manzana aunque él mismo no tiene muy claras las intenciones de Dios con toda esta movida. Los envían sus jefes para tener información de primera mano de lo que pasa en la Tierra.
Con el paso de los siglos Azirafel y Crawley –que con el tiempo decide cambiar su nombre por Crawley– no sólo van cogiéndole cariño a la Tierra y a los humanos sino que además terminan por entablar una sincera amistad aunque ellos mismos no quieran reconocerlo.
Pero una agradable noche Crawley es convocado para que sustituya al hijo de una pareja humana por el hijo de Satán. Será quien traiga el fin de los tiempos, el Armagedón. Pero Crowley convence a Azirafel de que si los dos se mantienen cerca del niño y cada uno intenta influirlo con su propia visión del mundo el hijo de Satán terminará siendo un niño normal.
Así que con esa idea se colocan dentro del personal de la casa en la que vive Warlock, que es el nombre que sus supuestos padres han dado al supuesto Adversario, Destructor de Reyes, Ángel del Pozo sin Fondo, Príncipe de Este Mundo y Señor …