Es verano, y es habitual acudir a las playas y piscinas para refrescarnos en los calurosos días de julio, agosto y septiembre. El smartphone nos acompaña para estar localizables y, como no, tomar fotografías y vídeos con los que inundar las redes sociales. Pero hay que tener mucho cuidado con ellos porque, como dispositivos electrónicos que son, el agua no se lleva bien con ellos.
Desde que la mayoría de teléfonos móviles "inteligentes" no permiten sustituir su batería de forma fácil quitando la tapa trasera (lo que se viene conociendo como diseño unibody), los fabricantes han ido mejorando su resistencia a elementos como agua, polvo y arena. Muchos se vanaglorian mostrando cifras que parecen sacadas de películas de ciencia ficción, pero los accidentes ocurren.

De vez en cuando aparece alguna que otra noticia sobre un iPhone que ha sobrevivido durante varios días a muchos metros de profundidad en un lago helado en medio de la nada, como el caso de Angie Carrie en el Waskesiu de Saskatchewan. Y accidentes más comunes como que se moje por la lluvia o el derrame de un líquido y que no se vuelva a encender.

En Applesfera

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Es por esto que no hay que confiar ciegamente en lo que diga el fabricante/marca y tomar las precauciones necesarias para …