Y completamente maratoneable.
Debo confesar que aún cuando de niña veía todo el tiempo Full House (Tres por tres, Padres forzosos) y me encantaban los personajes y las historias que contaban, cuando me enteré de que la serie regresaría a la televisión luego de tantos años, sentí bastante escepticismo sobre que tan atractiva me resultaría ahora que soy un adulto. La verdad es que nadie puede escapar a la nostalgia, es un sentimiento extremadamente poderoso, y que quizás te nuble el juicio un poco, pero al mismo tiempo te hace sentir bien.
Ahora, en toda honestidad, el primer episodio es terrible. Es extremadamente cursi, y no de la buena manera. Excesivamente sobreactuado intenta apelar casi de forma desesperada a nuestra nostalgia. Ni los escritores, ni los actores, productores, ni Netflix, ni nadie relacionado con esta serie se está engañando a sí mismo. Tienen muy claro lo qué son y el público al que van dirigidos: cualquiera que guarde un recuerdo del Full House original que se pueda exprimir por una sonrisa y sensación de bienestar.
Pasa la prueba del tiempoHan pasado 29 años desde que la serie empezara en 1987, básicamente una eternidad. Sin embargo, Full House fue uno de esos shows que se repitieron cientos y cientos de veces durante años y años, y que muchos seguimos viendo conforme crecíamos. El tono ligero, familiar, casual y cargado de humor simple (a veces tonto, pero siempre sano); sigue intacto en esta nueva adaptación. Y creo que ahí es donde más puntos gana.
Esta …