La cuestión de los impuestos de las grandes compañías tecnológicas (o de su falta de pago) sigue siendo uno de los asuntos más importantes a los que se enfrenta la Unión Europea en materia fiscal. En ese sentido, Francia ha sido el país que más ha luchado por evitar que las compañías tributen menos de lo que les corresponde, y para ello quería fijar una tasa dedicada a estas empresas. Sin embargo, y pese a contar con el apoyo de Alemania, los países nórdicos e Irlanda (el país cuyas ventajas más han sido aprovechadas para pagar menos) bloquearon el acuerdo.
Al ver que sacar adelante una tasa tecnológica general sobre el 3% de los ingresos digitales iba a ser misión casi imposible, París y Berlín han rebajado sus pretensiones y su nueva propuesta sólo ataca a las compañías de publicidad. Es decir, que por ejemplo, Apple, Amazon o Microsoft quedarían fuera, y los grandes objetivos serían Google y Facebook, los gigantes del sector.
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El impuesto a las tecnológicas sigue adelante y rebaja su mínimo de facturación fijándose en Uber, Cabify o Airbnb
Falta de acuerdo y plazos que se alargan
No es lo único que ha cambiado. Al principio, la Comisión Europea proponía que la tasa estuviera pactada antes de final de año, pero ahora se han dado tres meses para lograr un acuerdo. El objetivo es cerrarlo antes de marzo de 2019, para que entre …