Las fotomultas, un invento del gobierno de Mancera en la Ciudad de México, se supone que sirven para salvar vidas. Al poner límites de velocidad en calles y avenidas (que ya existían), pero ahora vigilados por estos aparatos que toman fotografías a los automóviles y en el camino miden (o supuestamente lo hacen), la velocidad a la que van, permiten a la autoridad saber quién excedió el límite impuesto y por ende, emitir la multa correspondiente.
Los sistemas automáticos tienen sus pros y contras. Por una parte sí, es posible que a una mayoría de conductores que van más rápido que lo permitido en sus vehículos, puedan ser sancionados de manera efectiva. Los contras es que mucha gente no sabe o no cree que estos sistemas puedan medir con la supuesta precisión que dicen tener, si el exceso de velocidad del auto fotografiado es real o ficticio y además, los nuevos límites de velocidad son ridículos: 50 kms en avenidas como Insurgentes por ejemplo, significa ir a vuelta de rueda en muchos casos.
De acuerdo con esta página, que dice a la letra: “para la detección de vehículos a exceso de velocidad son empleados Radares de efecto Doppler de la marca Alemana Jenoptik GmbH, los cuales cuentan con antena multitracking, lo que permite medir múltiples vehículos con una misma antena contando con la identificación del carril sobre la que circulaba el vehículo infractor. Las vialidades que se encuentran dentro del programa “Destino Seguro” son monitoreadas tanto con Radares Fijos SD580 como con …