Las empresas estadounidenses más grandes de videojuegos han reportado que atraviesan momentos complicados, los que incluyen recortes de puestos de trabajo así como resultados y pronósticos decepcionantes, en un mercado transformado por el auge de juegos móviles y de juegos online como Fortnite.
Activision-Blizzard, reportó un récord de ventas -tanto físicas como digitales- llegando a cerca de US$7.200 millones (en comparación a los US$7.160 millones del 2017). Sin embargo, la empresa reveló que despedirá al 8% de sus trabajadores, es decir, a 775 empleados de un total de 9 mil.
El grupo argumentó ventas decepcionantes de ciertos juegos, como Destiny 2: Forsaken o la última entrega de la franquicia Call of Duty, así también una cantidad de usuarios y compras integradas en juegos más bajas de lo esperado.
“Aunque logramos un desempeño récord en 2018, ha estado por debajo de nuestras expectativas” y por ello “nuestras previsiones para 2019 están por debajo de lo que es posible en un sector lleno de oportunidades de crecimiento”, admitió el CEO de la empresa, Bobby Kotick.
De acuerdo con el medio estadounidense Variety, esta medida tiene como objetivo el enfocar todos sus recursos a las franquicias que mayores ingresos les genera a la empresa como lo son Call of Duty, Candy Crush, Overwatch, Warcraft, Hearthstone y Diablo. Estos títulos verán sus efectivos crecer gradualmente en un 20%, según la compañía. Por otro lado, se “eliminarán de las prioridades a las iniciativas que no cumplen con las expectativas”, afirmó el directivo.Overwatch. Foto: Blizzard.
Esta decisión se …