Las razones por las que alguien consume un videojuego pueden ser verdaderamente variadas, desde algo tan efímero como matar un poco el tiempo, hasta tener la intención de adentrarte en un mundo imposible para vivir otra vida. Evidentemente, las experiencias que apuntan al segundo punto antes mencionado, normalmente terminan siendo las más valiosas y creo que desde su concepción, Forza Horizon ha buscado que el género del racing sea tan profundo como cualquier otro.