“A ti todo te hace gracia”. “Es imposible tener sentido de la tragedia sin tener sentido del humor”.
“La serpiente” es el título del décimo primer episodio de la tercera temporada de Fear the Walking Dead, y pocas veces como en su comienzo se da uno cuenta de que, por lo visto, los zombis han pasado definitivamente a un segundo plano en esta parte de la historia en el mundo postapocalíptico de Robert Kirkman. En los dos episodios anteriores, “Minotaur” (3x09) y “The Diviner” (3x10), ya nos habíamos percatado de ello, de todos modos, y de que lo importante son las tramas de poder y supervivencia de aquellos que aún razonan, sienten y padecen y no caminan arrastrando los pies ni emiten repulsivos sonidos guturales como si se les hubiera atravesado una espina en sus gargantas putrefactas.
Parece que los zombis han pasado definitivamente a un segundo plano en la historia de este mundo postapocalípticoAsí que lo sentimos por los que ven esta serie y su ficción madre, The Walking Dead, por los momentos de vísceras y sanguinolencia, que los hay, pero es que resulta un poco difícil hacer evolucionar a los muertos vivientes como personajes, profundizando en ellos sin llegar a su masa encefálica con algún objeto puntiagudo, y que resista el interés del espectador más exigente; dentro de lo que cabe. Resulta que Madison Clark (Kim Dickens), un risueño Victor Strand (Colman Domingo) y Qaletqa Walker (Michael Greyeyes) se dirigen a la presa antes controlada por Dante Esquivel (Jason …