¿Crees que las redes sociales son neutrales y el contenido que se propaga por ellas sólo depende de los usuarios? Bueno, en realidad no.
En julio de 2014 tuvieron lugar los disturbios de Ferguson, pero, por algún motivo, las noticias al respecto no inundaron el timeline. Chubascos débiles. Poco después salió a la luz que Facebook ocultaba o al menos ralentizaba notablemente el alcance de las noticias relacionadas con este suceso. Simplemente, su algoritmo había sido encaminado a ello. Un algoritmo no puede ser neutral porque ha sido creado por un humano con un grado u otro de intencionalidad.
La cara B del algoritmo de Facebook: no reordena la cronología, sino que puede decidir, dado su origen humano, qué ocultar o qué promocionar en base a un criterio arbitrarioTradicionalmente, la neutralidad de la red ha tenido su mejor ejemplo en la navegación a dos velocidades, y por lo tanto sus principales salvaguardas (o taimados enemigos) eran las operadoras, las dueñas de la infraestructura física. Quien tiene el cable, tiene el poder. Ahora, las plataformas y distribuidoras, dejado atrás su adocenado pasado como red social, son quienes tienen el poder para determinar qué se ve o qué no en Internet. Principalmente, Facebook, que para algo reina.
Aunque se nos haya olvidado lo de Ferguson, a veces pueden llegar nuevos ejemplos que nos refrescan la memoria. No hace mucho se anunció que la última cruzada de Facebook era contra el clickbait para potenciar el contenido de calidad. Esto, tan difícil de medir por bots y …