Los tiempos en que los fisgones morbosones trepábamos, digo, trepaban a los árboles para espiar a la vecina o se conformaban con mirar de reojo las piernas de la compañera de trabajo han pasado a la historia. Así es, ahora los calenturientos se han armado con los más sofisticados conocimientos en tecnología (nahh, bueno, no […]