No cabe duda que a lo largo de los años, los juegos se han vuelto más largos. The Last of Us: Part II, que debutó la semana pasada, es un gran ejemplo de esto: mientras que su predecesor puede ser terminado en unas 15 horas, esta segunda parte te llevará hasta 30 horas o más, dependiendo de cómo juegues. God of War siguió un camino similar, moviéndose de campañas de 10 horas a 30 horas en la más reciente aventura de Kratos.