Después de que Bungie se separó de Microsoft en 2007, la compañía comenzó una relación con Activision que duro entre 2010 y 2019, en donde vimos el nacimiento de Destiny y su secuela. Sin embargo, Marty O'Donnell, ex miembro de la junta de Bungie y compositor, ha revelado que esta relación fue “mala desde el principio”.