Cuando Ubisoft anunció el lanzamiento de Quartz, su plataforma NFT, se apresuró a aclarar que ésta no se basaría en la blockchain de Bitcoin o de Ethereum, sino en la de Tezos, cuyo principal punto fuerte radicaba en el ahorro energético: mientras que una transacción en cualquiera de las dos primeras criptomonedas consume el equivalente a un año de streaming de vídeo, otra realizada en Trezos sólo consume el equivalente a 30 segundos de streaming.
Los requisitos de consumo energético han sido el gran talón de Aquiles de las principales criptodivisas en estos años, habiéndolas convertido en una fuente de contaminación y de grave distorsión del mercado de tarjetas gráficas.
Por eso, algunas de estas criptomonedas han empezado a planificar su abandono de la tecnología responsable de esto, la proof-of-work (prueba de trabajo) o PoW, en la que se basan sus labores de 'minado'… en favor de una alternativa llamada proof-of-stake (prueba de participación) o PoS, algo menos segura, pero mucho menos costosa y lenta.
En Xataka
Minar Bitcoin consume muchísimos recursos. Para algunos, la solución es simple: cambiar su código
Ethereum, como las grandes empresas: lo llaman 'fusión', pero es una absorción
Ethereum es, precisamente, una de estas criptodivisas que pretende acabar con los 'mineros' y utilizar en su lugar 'validadores' (responsables de confirmar los nuevos bloques de la blockchain), que se verán premiados según la cantidad de tiempo que pasen en la red y …