Ya saben que cuando el aburrimiento ataca, el ocio crece de manera directamente proporcional. En momentos como estos, es donde nos preguntamos cosas que hacen que nuestra imaginación vuele a lugares que rozan en lo ridículo. Como hoy, que al estar pensando en videojuegos, nos preguntamos lo siguiente: ¿Cómo es que tanto Mario, como Luigi, se la pasan comiendo hongos de procedencia misteriosa y jamás les pasa nada (que no sea crecer)? Piénsenlo un segundo, van por ahí brincando, pateando tortugas, destruyendo castillos y alimentándose de cualquier clase de hongo o planta que encuentran. Todo esto nos deja pensando que tienen