Un cambio radical podría estar más cerca de lo que imaginamos: los científicos están explorando cómo retrasar —o directamente eliminar— la menopausia. Nuevas técnicas y tratamientos experimentales abren la puerta a extender la fertilidad femenina, con beneficios potenciales para la salud y la calidad de vida. Pero ¿vale la pena alterar este ciclo natural?