En África han adoptado un nuevo enfoque para luchar contra la caza furtiva e incluye ratas. Pero no cualquier tipo: se trata de ratas gigantes que han demostrado una gran habilidad para detectar explosivos y patógenos como el causante de la tuberculosis. Ahora, estos animales están siendo entrenados para identificar olores de fauna silvestre en peligro de extinción, incluso cuando están ocultas entre otras sustancias.
Según un estudio publicado en Frontiers in Conservation Science, un equipo internacional de investigadores probó que estas criaturas son capaces de detectar cuernos de rinocerontes, marfil de elefante, escamas de pangolín y hasta madera africana, productos que comúnmente son objeto del tráfico ilegal debido a su alto valor en el mercado negro.
Entrenamiento especializado para ratas
Los investigadores de APOPO, una organización en Tanzania responsable del estudio, buscó probar que las ratas gigantes africanas son capaces de identificar con precisión una gran cantidad de productos ilegales. Para lograrlo, diseñaron un entrenamiento olfativo dividido por etapas, cuya finalidad era afinar las capacidades de detección de once ejemplares seleccionados para la prueba.
En la primera fase, denominada como "de indicación", las ratas aprendieron a sostener su nariz en un agujero con el aroma objetivo. Cuando lo hacían correctamente, los animales fueron recompensados. Luego, los animales se enfrentaron a "olores no deseados", como granos de café o detergentes, sustancias que los traficantes suelen utilizar para enmascarar olores de fauna silvestre.
Durante la última etapa, denominada como "de discriminación", se enseñó a las ratas a ignorar olores que no …