Desde que Microsoft presentó la versión definitiva de Windows 11 mi gran duda ha sido por qué motivo decidió lanzar al mercado un sistema operativo que, básicamente, podríamos definir como "incompleto". Y es que no sólo estamos hablando de grandes novedades que se han ido incorporando poco a poco a Windows 11 cuando éste ya estaba en la calle, sino del hecho de que, cuando lo comparamos con Windows 10, nos damos cuenta de que ha perdido diversas funcionalidades…

…y no hablamos sólo de funcionalidades exclusivas de su antecesor Windows 10, sino en algunos casos también de aspectos que se había mantenido en Windows a lo largo de varias versiones (durante un par de décadas, incluso), funciones útiles que por alguna razón se han perdido… a cambio de nada.

Mover y redimensionar la barra de tareas

Es cierto que la mayoría de los usuarios acostumbraban hasta ahora a dejar la barra de tareas con la 'configuración de fábrica', pero no eran pocos los que lo primero que hacían al ponerse delante de un Windows recién instalado era cambiar su posición en el escritorio (arriba o a los lados) y su tamaño.

Ahora, todo eso resulta imposible porque la barra de tareas de Windows 11 viene bloqueada en la parte inferior, sin permitirnos reorganizar a nuestro gusto nuestro espacio de trabajo. Igualmente, tampoco nos permite ampliarla —por estéticamente mejorable que pueda resultar eso—, aunque tampoco es que importe…

En Genbeta

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