Ayer contamos la última de Uber: pagó 100.000 dólares para ocultar un hackeo que expuso la información de 57 millones de sus usuarios. Estados Unidos, como se supo, inició el mismo día del anuncio una investigación y hoy conocemos que otros países como Reino Unido, Australia y Filipinas también investigarán la violación masiva de datos y su posterior ocultación.
Al igual que varias leyes estadounidenses entran en juego cuando se produce una brecha de seguridad que afecta a usuarios y trabajadores de una compañía, en otros países la exposición de estos datos acarrea responsabilidades a sus custodios. Dado el carácter aparentemente global de este hackeo a Uber, otros estados también podrían iniciar investigaciones.
La ocultación del ciberataque puede conllevar responsabilidades legales
"Ocultar deliberadamente las infracciones a los reguladores y ciudadanos podría traer multas más altas para las empresas", ha afirmado James Dipple-Johnstone, de la Oficina del Comisario para la Información del Reino Unido, a The Guardian.
Porque la grave ocultación no solamente traiciona la confianza de los usuarios e incluso de los propios empleados de Uber, como comentábamos ayer, sino que va en contra de la legislación de muchos países del mundo. Jurisprudencias que velan por la protección de los datos establecen, por ejemplo, informar a los usuarios si su información personal ha sido comprometida. En este caso, con la ocultación, no se produjo ninguna comunicación hasta el martes pasado, más de un año después.
Uber puede ser amonestado en países de todo el mundo por el carácter masivo del …