Las últimas campañas de Call of Duty, Battlefield o Medal of Honor no han brillado, y con el último movimiento de Activision todo apunta a que la campaña de los FPS con multijugador está de capa caída.
Un movimiento más que interesante con el que esta semana nos sorprendía Activision con su gallina de los huevos de oro: Call of Duty. En una época en el que el free-to-play es una estrategia que han seguido la mayoría de MOBAs con un resultado más que sorprendente, no es de extrañar que la fórmula propuesta para el futuro de la franquicia haya llegado a los usuarios con un recibimiento más que positivo.
Ahora, la pregunta que deja es si este será el futuro de la franquicia. Lo cierto es que argumentos a favor no le faltan para convertirse en un motor de cambio para los los shooters multijugadores, al menos, en su fórmula de llegar al mercado. No son pocos los argumentos que nos han dado los propios juegos estos últimos años. Titanfall llegaba sin una campaña como tal, pero con una fórmula de éxito. Evolve también dejaba de lado la campaña, aunque en su caso el éxito fue relativo.
No obstante, casi todos muestran un patrón: el atractivo de los shooter se está moviendo hacia el multijugador puro y duro, con una campaña que en muchas ocasiones es casi testimonial, introducida casi para cumplir y con poco empeño por parte de sus creadores. ¿Lo positivo? Al jugador cada vez le da más igual. El …