Las Apple Store son, por así decirlo, ese punto de conexión entre Apple y los usuarios. Es donde uno puede ir a probar las últimas novedades de los de Cupertino, a recibir soporte técnico para cualquier problema con sus productos y a formarse con las sesiones gratuitas de Today at Apple.

Por norma general, son experiencias muy cuidadas. Todo está pensado, hasta el más mínimo detalle. Las tiendas de Apple suelen ser particularmente bonitas, hasta el punto de que en algunas ciudades se han convertido en auténticos centros turísticos. Hoy hemos querido encontrar la más curiosa de todas, y está en Australia.

Tecnología y naturaleza se funden en una experiencia única

La Apple Store de Bondi no llama especialmente la atención por fuera. Es un local bastante estándar con una fachada del mismo tono que el aluminio que utilizan los de Cupertino en sus productos. No tiene ninguna forma rara, ni parece que sea especialmente atractivo. Entonces, ¿qué tiene de especial? Las plantas.

Esta tienda está llena de plantas de todo tipo. Árboles —aunque debido a una reciente reforma de momento no están—, enredaderas, etc. Por dentro es todo un paraíso verde. Al entrar nos transporta a una especie de lugar donde tecnología y naturaleza se funden en una única estancia. De hecho, la pared del fondo imita a lo que veríamos desde dentro de un invernadero.

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