Donostia-San Sebastián (España) estrena un servicio de pruebas de autobuses autónomos abierto al público y con una duración de tres meses para analizar su funcionamiento y mejorarlo. Pero ¿debemos realizar los usuarios las pruebas o tiene que ser un equipo especializado en analizar los errores y fallos?
Esta semana ha llegado a Donostia-San Sebastián el que se ha convertido en la primera ruta protagonizada por autobuses autónomos, un hito increíble que llega con dudas y saltándose probablemente varios pasos para que los usuarios nos sintamos cómodos en un coche que no controla nadie.
El Parque Científico y Tecnológico de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián son los organismos que han querido lanzarse a la piscina con una propuesta temporal y que sirve solo como banco de pruebas para el futuro. Ahora: ¿tenemos que ser los usuarios los que hagamos este tipo de tests? Bajo mi opinión no. Y hay que dejar una cosa clara, un accidente provocado por un coche autónomo no es grave si sucede bajo supervisión experta.
En Estados Unidos, y otros países, las pruebas sobre conducción autónoma las hacen los fabricantes con sus pilotos, ingenieros y desarrolladores y siempre bajo una estricta supervisión legal y de autoridades estatales. ¿Y esto por qué? Porque en caso de fallos, y pueden producirse porque hablamos de una tecnología que está en pañales, hay que tomar decisiones y determinaciones, no vale con sacar coches, o autobuses en este caso, que puedan conducir solos y dejarlos en la carretera para que los usemos.
Este proyecto …