Con las nuevas tecnologías, procesar la comida es más fácil y rápido. Por ejemplo, cocinar en el microondas. Pero los nuevos métodos también suponen nuevas preocupaciones. Como el uso de los plásticos.
El miedo por los adelantos extiende sus garras a lo largo del tiempo y el espacio. A día de hoy, a pesar de las numerosas pruebas existentes al respecto de la seguridad de cocinar en el microondas todavía hay quien no se fía de esta herramienta. Pero como ya hemos explicado en otras ocasiones, no existe prueba alguna para pensar que este tipo de hornos provoque ningún tipo de modificación perniciosa para los seres humanos. Ni tan siquiera existen pruebas de que haya una reducción nutricional que justifique el miedo que se le profesa en ciertos círculos. Pero, no todo lo que reluce es oro. Porque existe una preocupación relacionada con los microondas que bien podría estar justificada. Hablamos de los plásticos.
Los plásticos y el microondas
Veamos. El microondas, como hemos comentado otras veces, utiliza emisiones controladas de ondas de pequeño tamaño (y mucha energía) para hacer "vibrar" los átomos de agua y así calentar los alimentos. Estas ondas no tienen energía ni capacidad de modificar los alimentos más allá de lo que les permite el calor. Por tanto no suponen más que un calentador de por sí. Ahora pensemos en la manera que tenemos de cocinar en el microondas. Por su rapidez, solemos poner los alimentos en bandejas de plástico o similares. También empleamos "tuppers" o alimentos envueltos con …