La firma viene por defecto en los iPhone y suele permanecer en la mayoría de los que no se preocupan por eliminarla (o directamente no saben cómo hacerlo, aunque esto último son los menos). Apple incluyó dicha firma con un doble motivo: uno lógico y evidente, el publicitar el terminal aprovechando el envío de los correos, y otro más útil, recordar al destinatario que se estaba escribiendo desde un móvil.
Este “Sent from my iPhone” tiene, sin embargo, mucho más alcance de lo que inicialmente pudiéramos pensar, y de hecho, algunos expertos consideran que esta aparentemente inocente firma ha creado sin saberlo los pilares de la netiqueta en el mundo de los móviles.
Tres tipos de usuarios
¿Por qué ha pervivido la firma todos estos años? Recordaremos que su andadura dio comienzo hace diez años, con el lanzamiento del iPhone original, y ha permanecido inalterada desde entonces. Y podríamos categorizar a sus usuarios en tres grandes grupos:
Los que no saben quitarla: De acuerdo, no es lo más habitual pero seguro que en tu entorno conocerás a alguien (padres, abuelos…) para quienes entrar en la configuración del correo les parezca ingeniería atómica. Este grupo de ‘despistados’ siguen usándola sin ser realmente conscientes de ella.
Los que quieren dejar claro que escriben desde un móvil: Este puede ser el grupo de usuarios más numeroso y más racional. Y por un buen motivo: cuando uno escribe un correo desde el móvil el autocorrector puede jugar malas pasadas, o simplemente con las prisas …