La computación moderna y la nostalgia por los videojuegos se han enfrentado en un curioso y sorprendente reto. ChatGPT, una de las inteligencias artificiales más populares de la actualidad, se ha medido con una consola Atari 2600 de 1977 en una partida de ajedrez. Y aunque podríamos pensar que la victoria sería claramente para la IA moderna, la consola retro dio bastante batalla.
La insólita partida fue orquestada por el arquitecto de infraestructuras Robert Jr. Caruso, movido por la curiosidad de ver el resultado de un enfrentamiento tan inusual. Para ello, decidió enfrentar a la IA de OpenAI contra el programa Atari Chess, lanzado en 1979.
Enfrentó a ChatGPT y a una Atari en el ajedrez
Caruso utilizó un emulador de la mítica consola Atari en una máquina con un procesador de 1,19 MHz y apenas 128 bytes de memoria RAM. Frente a este sistema, se encontraba una red neuronal respaldada por una enorme capacidad computacional, funcionando en un centro de datos con múltiples GPU. A priori, una diferencia abismal. Pero no siempre lo más nuevo es mejor.
El resultado del experimento fue una “masacre”, en palabras del propio Caruso. Asegura que ChatGPT “fue absolutamente destrozado en el nivel principiante”. La IA cometió errores garrafales: confundió piezas, ignoró amenazas evidentes y demostró una falta total de “conciencia del tablero”. En un primer intento, culpó de sus fallos a la representación gráfica rudimentaria de las piezas de Atari, argumentando que eran demasiado “abstractas”.
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