México es un país reconocido mundialmente pos sus destilados alcohólicos: tanto el tequila como el mezcal tienen denominación de origen, por lo que solo pueden crearse en ciertas zonas, donde la materia prima abunda. El mezcal en particular ha sido históricamente defendido en Oaxaca, para que sea de los pocos lugares en donde se le produce en el país, considerando que ahí habitan 40 de las 159 especies endémicas de todo el país.

Por eso no resulta sorprendentemente que la UNAM haya encontrado cuatro nuevas especies precisamente ahí. Las especies que siempre han estado ahí no habían sido documentadas por la ciencia, y ahora se les ha identificado con rigor metodológico. La mala noticia es que tanto pueblos como industria del agave lleva ya utilizándoles durante algún tiempo, poniendo su preservación en riesgo.

La nueva familia

Agave quiotepecensis

Las nuevas especies de agaves son quiotepecensis, gypsicola, megalodonta y lyobaa. La primera tiene una historia curiosa detrás: conocido como "rabo de león" ya estaba descrita en un códice indígena, el Lienzo de Quiotepec y Cuicatlán. En 2018 se descubrió que en realidad se trataba de una especie única, solo no clasificada por la ciencia.

Agave gypsicola

Gypsicola por otro lado es endémica de Tlaxiaco y florece entre enero y marzo sobre una zona en donde los suelos son de talco de yeso. La megalodonta se caracteriza por sus largas espinas, y ha sido utilizad ya por los pueblos circunvecinos para la producción de mezcal. De …