En 2013, el actor australiano Travis Fimmel, alcanzó el estrellato gracias a su interpretación como el rey nórdico Ragnar Lodbrok. Tal fue el éxito de la serie Vikingos, que su protagonista fue fichado para otro ambicioso proyecto: la adaptación del videojuego Warcraft.
Bajo el título Warcraft: el primer encuentro de dos mundos y con la dirección de Duncan Jones, la cinta tuvo sus complicaciones en la producción. Aunque logró recaudar alrededor de 439 millones de dólares en taquilla, la aplastante recepción de la crítica se debió a varias interferencias por parte del estudio hacia el cineasta.
Los 1,000 cortes de Warcraft
El fiasco se debió en parte a la larga espera entre el anuncio y el estreno. La película fue revelada en 2006 como una adaptación de los populares juegos de Warcraft, pero no llegó a los cines hasta 2016.
Durante ese tiempo, atravesó una tortuosa etapa de planificación, retrasos, rodaje y postproducción que se extendió por aproximadamente tres años y medio. Esta prolongada y complicada fase de desarrollo contribuyó significativamente a que el filme se convirtiera en una inversión millonaria fallida para Blizzard Entertainment y Legendary Pictures.
A través de una entrevista para Thrillist, Jones reconoció que el filme cuenta con defectos, sin embargo, al iniciar como cineasta independiente le fue prácticamente imposible llevarlo a cabo. La razón: las complicadas burocracias de los estudios.
"Intentar hacer una película como Warcraft y hacerlo de una forma única... te mata una muerte de …