Caer víctima de una estafa es una mala noticia, claro está, en cualquier momento del año; más aún si se traduce en una pérdida económica considerable. Pero sufrir una estafa así precisamente en estas fechas, cuando nuestra mayor preocupación debería ser organizar cenas familiares y comprar regalos de última hora, resulta especialmente angustioso.
Y precisamente esto es lo que le ha ocurrido a Miguel Ángel Sánchez, cuando se convirtió en víctima de una estafa telefónica que le ha despojado de sus ahorros… y todo ello sin visos de solución a corto plazo. En un hilo en X ha compartido su experiencia, en un intento por alertar a otros.
Este caso es un ejemplo paradigmático del uso simultáneo de dos técnicas de estafa: vishing y spoofing telefónico
Así empezó todo
La pesadilla de Miguel Ángel comenzó cuando recibió una llamada de alguien que afirmaba ser un miembro del equipo de seguridad de ING, y que lo alertó sobre un supuesto acceso no autorizado a sus cuentas: supuestamente, alguien habría entrado en su banca electrónica desde la provincia de Cádiz y usando un iPhone 7.
En ese momento, se desencadenó una serie de eventos que llevaron a Miguel Ángel a tomar decisiones que en breve lamentaría profundamente.
Durante su llamada, el estafador proporcionó detalles precisos de sus cuentas bancarias y le ofreció consejos de seguridad. Luego, advirtió que su dinero estaba en peligro y le ofreció dos opciones: acudir a una oficina de ING o seguir instrucciones por teléfono …